Pruebas para el diagnóstico

Diagnostico
Diagnostico

Puntos clave a tener en cuenta sobre tu diagnóstico

No hay una única prueba que confirme que padeces cáncer de mama metastásico.

Lo primero que querrán los médicos es obtener la mayor cantidad de información posible acerca del cáncer: qué tipo es y a qué partes del cuerpo se ha extendido. Estas pruebas ayudarán a tu médico a saber cuáles son las mejores opciones para tu tratamiento. Las pruebas son necesarias para ayudar a establecer un plan de tratamiento eficaz, hecho a medida en tu caso.

Es probable que tu oncólogo repita las pruebas y exploraciones que te realizaron para el diagnóstico del cáncer de mama. También te las solicitarán a lo largo del tratamiento en las revisiones periódicas.

Estas pruebas permiten determinar si tu tratamiento está siendo eficaz y si el tumor se ha reducido de tamaño (remisión), si ha dejado de crecer (enfermedad estable) o si es necesario modificar el tratamiento porque el tumor vuelve a crecer (progresión).

 

Pueden ser necesarios varios tipos de pruebas:

PRUEBAS DE LABORATORIO

Se trata de análisis de sangre. Pueden realizarse en el consultorio del médico o en un centro especializado en realizar análisis de sangre. Si has tenido cáncer de mama anteriormente, es probable que ya te estén comprobando los recuentos de glóbulos blancos o linfocitos T con regularidad.

Los niveles altos o bajos de determinadas sustancias de tu cuerpo pueden ser signos del cáncer de mama. Por tanto, los análisis de sangre, orina u otros líquidos corporales que miden estas sustancias pueden ayudar a los médicos a llegar a un diagnóstico. Sin embargo, los resultados analíticos anómalos no son un signo seguro de cáncer.

ESTUDIOS DE IMAGEN

Exploración TC o TAC (tomografía computarizada)

La TAC utiliza una máquina de rayos X asociada a un ordenador para capturar una serie de imágenes detalladas de tus órganos. 

Es posible que te administren una inyección de un colorante u otro material de contraste para resaltar áreas del interior del cuerpo. De este modo, las imágenes son más fáciles de analizar. 

Por lo general, es una visita que dura unas horas y se realiza en un centro de estudios de imagen especializado o en un hospital.

Tomografía nuclear o gammagrafía

En este estudio de imagen, te pondrán por vía intravenosa una pequeña cantidad de material radiactivo, que se denomina marcador, el cual fluye a través del torrente circulatorio y se acumula en determinados huesos u órganos.

Un aparato denominado escáner detecta y mide la radiactividad. El escáner crea imágenes de los huesos u órganos en una pantalla de ordenador o película radiográfica. El cuerpo elimina la sustancia radiactiva rápidamente. Este tipo de exploración también se conoce como gammagrafía.

Este procedimiento debe realizarse en un centro de medicina nuclear, un centro de radiooncología, o en el hospital.

Ecografía

Un ecógrafo envía ondas sonoras que las personas no pueden oír. Las ondas rebotan en los tejidos del interior del cuerpo. Esta imagen recibe el nombre de ecografía.

Es la misma prueba que se les realiza a las mujeres embarazadas para comprobar el crecimiento del bebé. Puede realizarse en la consulta del médico.

RMN (resonancia magnética nuclear)

La RMN utiliza un potente imán unido a un ordenador para obtener imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo.

El médico puede ver estas imágenes en una pantalla e imprimirlas en una película. Esta visita puede durar unas horas y suele realizarse en un centro de estudios de imagen especializado o en un hospital.

Tomografía PET (tomografía por emisión de positrones)

En esta prueba te pondrán por vía intravenosa una sustancia que actúa como marcador.

A continuación, la máquina crea imágenes en 3D que muestran los lugares en los que el marcador se acumula en el cuerpo. Estas exploraciones muestran cómo funcionan los órganos y los tejidos.

Esta visita puede durar unas horas y suele realizarse en un centro de estudios de imagen especializado o en un hospital.

Radiografías

Las radiografías usan dosis bajas de radiación para crear imágenes del interior del cuerpo. Esta prueba puede realizarse en la consulta del médico.

En la mamografía se utilizan rayos X.

Biopsia

En la mayoría de los casos, los médicos necesitan realizar una biopsia para confirmar un diagnóstico de cáncer, incluso si ya le han realizado una anteriormente.

Una biopsia es un procedimiento en el que el médico extrae una muestra de tejido. Un patólogo analiza el tejido con microscopio para comprobar si es canceroso. La muestra puede obtenerse de diferentes formas:

  • Con una aguja: el médico utiliza una aguja para extraer el tejido o líquido.
  • Con un endoscopio: el médico examina áreas del interior del cuerpo con un tubo fino con luz denominado endoscopio. El visor se introduce a través de una abertura natural, como la boca. A continuación, el médico utiliza una herramienta especial para extraer tejido o células a través del tubo.
    Este procedimiento se conoce como endoscopia.
  • Con cirugía: la cirugía del cáncer de mama puede ser escisional o incisional. 

En una biopsia escisional, el cirujano extirpa todo el tumor. A menudo también se extirpa parte del tejido normal que rodea al tumor.

En una biopsia incisional, el cirujano extirpa solo una parte del tumor.

Las pruebas a realizar pueden variar de una persona a otra, dependiendo de tus signos y síntomas, de si has padecido cáncer de mama antes y de cuál sea la práctica habitual (protocolo) que se sigue en el hospital en el que te estén atendiendo.