trabajo

¿TODAVÍA PUEDO TRABAJAR?

Que puedas trabajar después de que se te haya diagnosticado el CMm dependerá del tipo de trabajo que realices y de tus propias circunstancias personales. Algunas personas con cáncer de mama metastásico pueden desempeñar su trabajo durante el tratamiento, pero para otras puede ser muy duro y deciden no hacerlo. Algunas personas quieren seguir trabajando para evitar que su vida cambie demasiado.

Quizá descubras que tus prioridades cambian. Quizá prefieras pasar más tiempo haciendo otras cosas que no sea trabajar. Tus sentimientos acerca de tus responsabilidades económicas también desempeñarán una parte importante en esta decisión.

A menudo, el trabajo es una parte muy importante de nuestras vidas y puede resultar extraño pensar en no trabajar. Si no estás segura sobre si seguir trabajando o no, puede ser útil esperar hasta empezar el tratamiento y ver qué cambios experimentas física y psicológicamente.

Para tomar una decisión, puedes hacerte algunas preguntas: ¿Es un trabajo físico o estás sentada en un despacho la mayor parte del tiempo? ¿Tienes que trabajar horas extras o incluso de noche o los fines de semana? ¿Cuánto estrés te causa el trabajo? ¿Qué grado de responsabilidad personal tienes? ¿Eres gerente y tienes empleados que debes administrar tú misma?

Tómate tu tiempo para evaluar la situación y actuar en consecuencia. No tomes decisiones impulsivas y piensa en lo que lo hace sentir cómoda y te sienta bien.

¿CÓMO LE COMUNICO EL DIAGNÓSTICO A MI JEFE O A MI EMPRESA?

No tienes la obligación de comunicar a tu empresa que padeces cáncer, pero puede ser útil para que puedan realizar algunos cambios que te ayuden a llevarlo mejor. Quizá así comprendan mejor que necesitas prolongar la baja por enfermedad y un horario más flexible.

Puede ser útil y aconsejable informar al servicio médico de la empresa, pero no es obligatorio.

El servicio médico mantendrá la confidencialidad, salvo que autorices por escrito a dicho servicio a comunicarlo al departamento de Recursos Humanos. Recursos Humanos podrá decirte confidencialmente qué información sobre salud tienes que comunicar y qué apoyo puede ofrecerte tu empresa.

Si te preocupa que tu empresa vaya a discriminarte o que eliminen tu puesto si se lo comunicas, aclara desde el principio qué derechos tienes en el lugar de trabajo, busca información sobre leyes antidiscriminación que te protejan en tu lugar de trabajo.